México.- El caso del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, puede ir para largo a menos que ocurra un proceso abreviado a partir de que decida entregarse y reconocer su culpabilidad, aseguró el penalista Arturo Luis Cossío Zazueta.
En entrevista el director del Seminario de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refirió que este proceso abreviado se aplicó en el caso del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte.
“Por eso Javier Duarte nunca llegó a la audiencia de juicio, se le formuló la acusación reclasificándola, quitándole delincuencia organizada para ponerle asociación delictuosa y eso abrió la puerta al procedimiento abreviado”, explicó.
Dijo que el procedimiento penal prevé salidas alternas y terminación anticipada, y que suponiendo que Lozoya se entregara o lo detuvieran, ya ante el juez se le dictaría la vinculación al proceso y en ese punto aplica el procedimiento abreviado.
Sin embargo, para llegar a este, primero se tendría que entregar o ser aprehendido, aceptar su participación en los hechos que se le imputan, quizá reparar el daño, ser sentenciado a una pena concreta, acordada dentro de los límites que marca la ley, y con ello se ahorraría el juicio.
El catedrático de la UNAM detalló que esta salida procesal se puede dar desde el auto de vinculación a proceso y hasta antes del auto de apertura de juicio, cuando pudiera llegarse a la posibilidad de un acuerdo con el Ministerio Público.
Pero para que se lleve a cabo este proceso tendría que aceptarlo el propio Lozoya, renunciar a su derecho en juicio oral, permitir ser condenado con los elementos de prueba que tiene la fiscalía y admitir la pena que negoció ante el juez en audiencia pública.
La otra vía es llevar el procedimiento ordinario, pero en ambos casos se podrá iniciar siempre que se entregue o sea aprehendido, pues no se puede desarrollar un proceso penal en ausencia del acusado.
El especialista dijo que con Lozoya prófugo y la intención de su abogado de ampliar la demanda de amparo para tratar de que se cancele la orden de aprehensión, lo único que le queda a la Fiscalía General de la República es defender la legalidad de esa orden.
“Lo que ha dicho el abogado es que van a ampliar la demanda, es decir, la manera que pueden enfrentar el procedimiento es por una de doble vía: una sería ante el juez que giró la orden, presentarse para que se siga el procedimiento penal, o bien a través del juicio de amparo. Se podrían plantear ambas”, expuso.
Sin embargo, el jurista consideró que de entregarse o ser detenido, lo más seguro es que Lozoya Austin tenga que enfrentar su proceso en prisión preventiva justificada, pues hay girada una orden de aprehensión en su contra y él está escondido en alguna parte.
Recordó que con el nuevo sistema penal acusatorio, para girar una orden de aprehensión no se tiene que tener acreditado que hubo delito y que lo cometió una persona, ahora únicamente se requieren datos de prueba que son indicios de que pudo haber un acto ilícito.
Sin embargo, aclaró que por mucho que se maneje información mediática sobre Lozoya Austin, a él se le presume inocente hasta que se demuestre lo contrario.
“Se le tiene que considerar y tratar como inocente mientras no se demuestre que cometió el delito; por más que todo parezca indicar que pudo haber estado metido en muchas cosas, jurídicamente hablando, lo correcto es que se le trate como inocente mientras no tenga una sentencia condenatoria firme e inatacable”, detalló.
Consideró que esto es importante es que la opinión pública tome esto en cuenta, “porque a veces parece que ya se le juzgo, y lo único que tenemos ahorita es la intención de iniciar un proceso, porque se estima que hay causa probable, pero no se tiene acreditado que cometió un delito”.