SLP.- Tras casi cuatro años de parálisis, en la capital potosina apenas queda un millar de viviendas disponibles y cero de interés social.
El vicepresidente de Fondos de Vivienda de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI) en el país, Jorge René Guajardo Maldonado sostuvo una reunión con desarrolladores de San Luis Potosí, los cuales le externaron preocupación debido a lo que el sector atraviesa.
En el mejor de los casos, el programa de desarrollo urbano se aplicará de forma efectiva en febrero de 2020.
En términos generales, sostuvo que en el país, el déficit de vivienda asciende a nueve millones y el territorio potosino, no está exento.
El presidente local de la CANADEVI, Javier Córdova Mendizábal reveló que se percibe un cierre de año complejo, al enfatizar la falta de vivienda económica.
Afirmó que lo más importante para la CANADEVI es el nuevo programa de desarrollo urbano y la carencia en materia de vivienda económica no es culpa del empresariado, ni denota desinterés por emprender acciones al respecto.
Esta semana, la directora de Catastro y Desarrollo Urbano del Ayuntamiento Capitalino, Patricia Rodríguez Álvarez se quejó de que en la ventanilla que durante tres meses se habilitó en el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) fueron presentados pocos proyectos sobre vivienda de interés social, pese que en más de 10 meses de administración, solo tres pasaron a análisis y a ningún fraccionamiento se ha dado luz verde.
En ese sentido, Javier Córdova Mendizábal recordó a la autoridad que los desarrolladores cuentan con recurso técnico –aunado a que fortalece económicamente hablando a 37 de las 42 ramas del sector productivo-.
Jorge René Guajardo Maldonado reiteró que mientras está el proceso de actualización, la gente no puede esperar.
Sugirió que por lo menos deberían establecerse planes parciales de desarrollo, que permitan adecuar densidades por hectárea a construir y así, contribuir a la verticalidad y redensificar la ciudad.
Pero la realidad es otra.
Es importante recordar que por cada vivienda que se construye, el segmento genera siete empleos y aporta cinco por ciento al Producto Interno Bruto (PIB).
Pero el freno no únicamente ha impactado a quienes desean tener una casa.
Solamente en lo que va de 2019, la situación ha propiciado que dejen de generarse alrededor de 10 mil empleos.
En tanto, las compañías que operan se han visto orilladas a desocupar 15 por ciento de la plantilla de personal.
Por: Paulina Rodríguez