Brasilia.- El exjuez brasileño y actual ministro de Justicia Sergio Moro mantuvo durante dos años una colaboración prohibida con el procurador Deltan Dallagnol, encargado de la Operación Lava Jato, para llevar a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, reveló hoy el portal Intercept Brasil.
El portal publicó este domingo tres reportajes a partir del intercambio de mensajes entre Moro y Dallagnol, que revela discusiones internas y «actitudes altamente controvertidas, politizadas y legalmente dudosas de la fuerza de tarea» de la operación Lava Jato, reproducidos luego por otros medios.
De acuerdo con la Constitución brasileña, acotó el Portal Vermelho, en el sistema acusatorio penal, las figuras del acusador y del juez no pueden mezclarse, para garantizar un debido proceso, pero según las revelaciones, Moro se entrometió en el trabajo del Ministerio Público y actuó como auxiliar de la acusación.
La defensa de Lula consideró que las revelaciones hechas este domingo por Intercept comprueban que «en la Operación Lava Jato hubo una actuación combinada entre los fiscales y el exjuez Sérgio Moro con el objetivo preestablecido y con clara motivación política, de procesar, condenar y retirar la libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva».
«La actuación concertada de los fiscales y del exjuez de la causa, con objetivos políticos, sujetó a Lula y su familia a las más diversas arbitrariedades», agregó la defensa, al indicar que ahora «nadie puede tener duda de que los procesos contra el expresidente Lula están corrompidos».
Por elllo, los abogados consideraron que «el restablecimiento de la libertad plena de Lula es urgente, así como el reconocimiento más pleno y cabal de que él no practicó ningún crimen» y que es víctima de «la manipulación de las leyes y de los procedimientos jurídicos para fines de persecución política».
Según los documentos, Dallagnol incluso dudaba de las pruebas contra Lula sobre el supuesto soborno de la empresa OAS, que habría dado un departamento triplex en la playa de Guarujá al entonces mandatario a cambio de contratos con la petrolera estatal Petrobras, pero fue presionado por Moro.
Asimismo, los reportajes apuntarían que los fiscales de Lava Jato tramaron en secreto para impedir que el expresidente Lula diera entrevistas antes de las elecciones presidenciales de 2018, «con el objetivo explícito» de afectar al Partido de los Trabajadores (PT), apuntó la Red Brasil Actual.
Los reportajes fueron «producidos a partir de archivos enormes e inéditos, que incluyen mensajes privados, grabaciones en audio, videos, fotos, documentos judiciales y otros artículos, por una fuente anónima, que revelan comportamientos antiéticos y transgresiones», dijeron los editores de Intercept.
Las conversaciones, reproducidas por diversos medios, muestran que Moro sugirió a Dallagnol cambiar el orden de las fases de Lava Jato, dispuso nuevas operaciones, dio consejos y pistas, y adelantó al fiscal al menos una decisión, lo que rebasa el papel de un juez.
Las conversaciones privadas, indicó el reporte, apuntan que Moro dio «consejos estratégicos y pistas informales de investigación, anticipó al menos una decisión, criticó y sugirió recursos al Ministerio Público», e incluso reprendió a Dallagnol, como si fuera superior jerárquico de la fiscalía y la Policía Federal.
Por ejemplo, luego que la fuerza de tarea estuvo un mes sin actuar, Moro preguntó a Dallagnol: «¿no es mucho tiempo sin operación?», reprendió a los agentes: «no pueden cometer ese tipo de error ahora», y sugirió una fuente, que «aparentemente … estaría dispuesta a proporcionar la información».
La revelación confirma las acusaciones de que Moro y Dallagnol operaron en conjunto en la Operación Lava Jato, abierta en 2013 y que se centró en autoridades del entonces gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y en el expresidente Lula, algo que el ahora ministro de Justicia negó varias veces.
La defensa del exmandatario alegó la parcialidad de Moro, pero la propia Fiscalía General de la República sostuvo que «se mantuvo imparcial durante toda la marcha procesal», por lo que declaró «inviable» el pedido para declarar la «nulidad de todos los actos practicados en el curso de la acción penal procesada y juzgada por el Juicio Criminal Federal de Curitiba».
El excandidato presidencial del PT y exministro de Educación Fernando Haddad pidió en las redes sociales que se investigue a Moro y Dallagnol por esta colaboración ilegal.
«Podemos estar ante el mayor escándalo institucional de la historia de la República. Muchos irían presos, hay procesos que tendrían que ser anulados, y una gran farsa sería revelada al mundo. Vamos a acompañar con toda cautela, pero no podemos detenernos. ¡Que se apure toda la verdad!», escribió en redes sociales.