SLP.- Con el propósito de conocer las estrategias y metodología de las Organizaciones Positivas para aplicarlas en el bienestar laboral, la Oficialía Mayor a través de la Dirección de Desarrollo Humano, llevó a cabo el curso “Empleados saludables, Organizaciones Positivas”, enfocado al personal de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de San Luis Potosí.
Las características de las organizaciones positivas son: cuidan la salud personal e institucional y saben enfrentar las crisis con una actitud de adaptación y crecimiento, es decir, son resilientes. Este modelo fue creado con datos provenientes de investigaciones acerca de estrés laboral, comportamiento organizacional y psicología. De acuerdo con esta información se consideraron tres elementos clave: Recursos y prácticas organizacionales saludables, empleados saludables y resultados.
Estos conocimientos fueron aplicados por Virginia Leticia Arriaga Castillo, quien explicó a los participantes que hoy en día es frecuente que las personas enfermen por agotamiento y estrés. Esto se manifiesta con migrañas, gastritis, colitis, ciática y otros malestares que están relacionados con solicitudes laborales desmedidas, que invaden el tiempo de descanso y recuperación, así como con ambientes organizacionales hostiles.
Las personas son el recurso más importante de una organización, por ello, una organización positiva busca cuidar de la salud física, mental y social de sus trabajadores y establece estrategias e intervenciones que prevengan el burnout, así como favorecer las actividades que promueven el estar involucrado y saludable. Reconoce la importancia de emociones positivas como la gratitud, así como el valor que aportan las fortalezas individuales a la estructura.
La instructora puso en práctica las 4D de la psicología positiva, Cuidar Dieta, Deporte, Descanso y Diversión, indicador medido: presión arterial. Las organizaciones resilientes son aquellas que realizan esfuerzos ordenados, planificados y proactivos para mejorar la salud del personal mediante buenas prácticas relacionadas con la mejora de las tareas, por ejemplo, con el diseño de puestos, el ambiente social canales de comunicación abierta, y la organización con estrategias de conciliación trabajo/vida privada.