- López Obrador respalda dejar libre al hijo de “El Chapo” para evitar más muertes; las fuerzas federales actuaron de forma “precipitada”
Sinaloa.- Formalmente, ni siquiera hubo la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Así lo dijo el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
Tras las balaceras registradas el jueves en Culiacán, lo que sí se registró fue un saldo de ocho muertos, 16 heridos y 51 reos que se fugaron de la cárcel de Aguaruto. “En el afán de obtener un resultado positivo, se actuó de manera precipitada, con deficiente planeación y falta de previsión sobre las consecuencias”, aceptó Sandoval.
El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, quien se desplazó a Culiacán ante la jornada violenta, reconoció el fallido operativo y manifestó que se tomó la decisión de liberar a Ovidio porque si bien se busca lograr la paz en el país, no será a costa de convertir a México en un cementerio.
Antes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó la liberación para evitar bajas entre las fuerzas de seguridad y pobladores. “Tomaron decisiones (el Gabinete de Seguridad) que respaldo, porque se tornó muy difícil la situación”.
Recordó que Ovidio tenía una orden de aprehensión provisional con fines de extradición a Estados Unidos, dictada por un juez federal, pero no abundó. “Se trató de un operativo del Ejército a partir de una orden de aprehensión…”. Con esa declaración contradijo la versión de Alfonso Durazo, quien el jueves declaró que un patrullaje “de rutina” los llevó al hijo de “El Chapo”. “En el caso de Sinaloa no hay contubernio entre la delincuencia y el Gobierno federal”, añadió el Presidente.
Mientras tanto, Culiacán amaneció ayer con un velo de miedo y zozobra, con calles solas, vehículos destruidos y cuerpos abandonados en banquetas.
En el embate tras la retención de Ovidio, grupos armados bloquearon calles y atacaron la sede de la Novena Zona Militar, dos puestos de vigilancia e incluso entraron a una unidad habitacional del Ejército, pero sin afectar o retener a familiares de los militares. Esa fue una parte de la reacción que terminó con la libertad del hijo de “El Chapo”.
El Ejército y la Guardia Nacional enfrentaron nueve bloqueos, en donde se reportó el despojo de 42 unidades (muchas fueron incendiadas). Por eso se investiga la actuación del grupo de 36 elementos que encabezó el operativo sin un plan específico y sin estimar el tiempo de reacción de los grupos delictivos.