Ginebra.- La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) pidió hoy una investigación rápida, imparcial, exhaustiva y transparente sobre la muerte del expresidente de Egipto, Mohamed Morsi, registrada la víspera durante una comparecencia ante una Corte de El Cairo.
“Cualquier muerte repentina bajo custodia debe ser seguida por una investigación rápida, imparcial, exhaustiva y transparente realizada por un organismo independiente para aclarar la causa de la muerte”, subrayó Rupert Colville, portavoz de la ACNUDH.
En un comunicado, el portavoz de la agencia de las Naciones Unidas, indicó que dado que el expresidente estaba bajo la custodia de las autoridades egipcias en el momento de su muerte, el “Estado es responsable de garantizar que fuera tratado con humanidad y que se respetara su derecho a la vida y la salud”.
Coville destacó que hay ciertas inquietudes con respecto a las condiciones de la detención de Morsi, incluido la falta de acceso a una atención médica adecuada y el acceso suficiente a sus abogados y familiares, durante los casi seis años que había estado bajo custodia.
Morsi, primer presidente de Egipto elegido democráticamente en 2012, falleció la víspera a los 67 años en detención, casi en aislamiento y sin acceso a tratamiento médico adecuado, a casi seis años de su derrocamiento en el golpe de Estado militar de julio de 2013, liderado por el actual presidente Abdel Fattah el-Sisi.
“También parece haber estado recluido en confinamiento solitario prolongado. Por lo tanto, la investigación también debe abarcar todos los aspectos del trato que las autoridades han dado al señor Morsi para examinar si las condiciones de su detención tuvieron un impacto en su muerte”, subrayó Coville.
En palabras del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que controla la implementación del Pacto, al arrestar, detener, encarcelar o privar de cualquier otra forma a las personas de su libertad, los Estados partes asumen la responsabilidad de cuidar su vida e integridad, recordó.
“Los Estados, incluido Egipto, que han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, también tienen el deber intensivo de tomar las medidas necesarias para proteger las vidas de las personas privadas de libertad”, apuntó.
El portavoz de la ACNUDH destacó que en una de las Reglas de Mandela, que fijan las regulaciones mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos, establece que la prestación de atención médica a los reclusos es responsabilidad del Estado.
De acuerdo con la Regla 24 de Mandela, los presos deben disfrutar de los mismos estándares de atención médica que están disponibles en la comunidad, y deben tener acceso a los servicios de atención médica necesarios de forma gratuita y sin discriminación por su estatus legal.
Además, la Regla 27 establece que todas las prisiones deben garantizar un acceso rápido a la atención médica en casos urgentes. “Los presos que requieran tratamiento especializado o cirugía deben ser transferidos a instituciones especializadas u hospitales civiles”.
Sobre las investigaciones, la Regla 71 señala: «No obstante el inicio de una investigación interna, el director de la prisión informará, sin demora, de cualquier muerte bajo custodia, desaparición o daño grave a una autoridad judicial u otra autoridad competente que sea independiente de la administración penitenciaria y el mandato de llevar a cabo investigaciones sin demora, imparciales y efectivas sobre las circunstancias y causas de tales casos».
«A la luz de todo lo anterior, creemos que está claro que debe haber una investigación independiente exhaustiva sobre las circunstancias de la muerte del señor Morsi, incluidas las condiciones de su detención”, reiteró Colville.
De acuerdo con la familia del fallecido expresidente egipcio, Morsi era diabético desde hace años, además de que padecía de hipertensión y problemas renales.