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‘Ocean Viking’: doce días de navegación silenciosa

Roma.- “No sabemos cuántos días más podremos seguir así”, decía ayer a este diario Jay Berger desde el Ocean Viking , el barco de SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras que lleva doce días en el canal de Sicilia en espera de un puerto donde desembarcar a 356 personas recogidas en cuatro operaciones de rescate entre el 9 y el 12 de agosto. Berger es el coordinador de MSF, que tiene a bordo un equipo de nueve personas.

“No estamos recibiendo suministros y estamos racionando al máximo lo que tenemos. El solo hecho de tener tanta gente a bordo ya es una crisis. Estamos a tope, la tripulación está cansada. Hay tensiones y hacemos todo lo posible por explicarle a la gente la situación, y es muy difícil hacerlo cada día porque no sabemos cuánto tiempo seguiremos así; cada día hemos de trabajar en esto, y se trata de personas de diferentes nacionalidades y culturas. Pero lo importante es llevarlos a puerto lo antes posible. Tenía que haber sido hace una semana”.

En efecto, ya desde el primer rescate, el 9 de agosto, el Ocean Viking solicitó un puerto a los centros de coordinación de salvamento de Italia y Malta. Roma no ha respondido y en cuanto a Malta no sólo la respuesta fue negativa sino que además en la presente singladura del buque se le ha denegado repostar combustible, como ya le sucedió al Open Arms en una ocasión.

Fréderic Penard, director de operaciones de SOS Méditerranée, dijo a France Presse que “sabemos que muchos estados europeos trabajan por una solución y desean acabar con las soluciones caso por caso y poner en marcha un sistema. Es lo que estamos pidiendo, pero la gente tiene que poder desembarcar mientras tanto, las negociaciones no se pueden ir desarrollando al tiempo que más de trescientas personas se encuentran en alta mar en condiciones difíciles”. En el mismo sentido, fuentes de MSF afirman que “cada salida parece ad hoc”, es decir, cada misión acaba teniendo su propia resolución, y ningún caso se parece a otro. A veces se desembarca, a veces se traslada a los náufragos a una embarcación de guardacostas… En la situación actual, por cierto, si los barcos de la misión europea Sofía estuvieran a disposición y no hubiesen sido retirados –a pesar de que oficialmente la misión no termina hasta el 30 de septiembre– se podría haber recurrido a ellos. Pero “las soluciones ad hoc son cada vez más difíciles”, señalan en MSF.

Peor aún, no ha sido posible una salida común para el Open Arms y el Ocean Viking. Ambos buques, y las organizaciones que los respaldan, han estado en contacto y compartido información, como el recurso de la oenegé catalana ante el tribunal administrativo del Lazio, que ayer falló en favor de la apertura del puerto de Lampedusa cuando ya el fiscal había impartido su orden. El ministro francés de Interior, Christophe Castaner, decía el martes que su Gobierno estaba trabajando “activamente” y “principalmente con Malta” para abrir un puerto, pero ni siquiera dejó claro si Francia está dispuesta a acoger “35 o 45” personas como en el caso de los rescatados por el Open Arms o impondrá otros criterios. Al mismo tiempo, las oenegés responsables del Ocean Viking hacen gestiones, tanto desde el barco como desde suelo europeo, y prefieren mantener la discreción. La preocupación de todos es que ahora no hay ningún barco en la zona de rescate.

El ‘Ocean Viking’, que se mantiene en navegación lenta, de norte a sur y de sur a norte, entre Malta y Lampedusa, sorprendía ayer por la mañana al haber trazado un corazón en su trayectoria, según se podía observar en distintos portales de seguimiento del tráfico marino.

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