Roma.- La organización Open Arms pidió hoy ayuda urgente a España, Francia y Alemania, luego que su barco “Alan Kurdi” lleva ocho días varado con 121 migrantes a bordo, en momentos en que Amnistía Internacional reclamó a Italia y Malta permitan el desembarco inmediato y ante la falta de gestión de la Comisión Europea.
Los 121 migrantes, entre ellos 32 menores, llevan varados una semana en aguas del Mediterráneo central, cerca de la isla italiana de Lampedusa, a la espera de un puerto seguro para poder desembarcar, huyeron de sus países y ahora se enfrentan a la política de puertos cerrados de Malta e Italia y a la falta de gestiones de la Unión Europea para que otras naciones europeas los reciban.
«Reiteramos una vez más la urgencia de tener un refugio seguro donde podamos desembarcar a estas personas», señaló la jefa de misión de Open Arms, Anabel Montes, en apeló a las autoridades europea, según reportes de la agencia italiana de noticias Ansa.
Open Arms envió este jueves una carta a los tres gobiernos en la que también pidió a la Comisión Europea, que encuentren una solución rápida ya que la situación humanitaria de los migrantes ha empeorado.
El Ministro del Interior de Italia señaló que el barco del Open Arms enarbola la bandera española en consecuencia,» los migrantes que están a bordo están bajo la responsabilidad directa de Madrid”.
El gobierno de Roma mantiene su política de puertos cerrados por lo que no permitirá la entrada del barco en aguas italianas, incluso ante la apelación presentada por Open Arms a la oficina del fiscal.
La organización Amnistía Internacional (AI) lamentó la “desvergonzada” irresponsabilidad de los distintos gobiernos ante la situación de los migrantes, reportó Europa Press.
“Después de una semana varados en el mar con un calor abrasador, estas mujeres, hombres y niños que han arriesgado sus vidas para escapar de los abusos de Derechos Humanos en Libia deberían poder desembarcar inmediatamente en Malta o Italia», enfatizó la investigadora de AI sobre temas migratorios, María Serrano.
Lamentó que los políticos «incumplan sus responsabilidades» al no garantizar un «puerto seguro» para estas personas.
«Es tiempo de que los gobiernos europeos dejen de jugar con la vida de la gente», enfatizó Serrano, tras reclamar un mecanismo de desembarco “rápido y predecible” y un sistema de reparto justo de los solicitantes de asilo entre los países de la UE.
Mientras el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, envió una carta al presidente de la Comisión de la UE, Jean Claude Juncker, en la que le solicita «una rápida intervención humanitaria que se coordine», con «una redistribución justa de los migrantes», a bordo del Open Arms.
«La situación es grave y merece una acción oportuna”, señaló Sassoli
Llamó a Juncker a intervenir de manera urgente en el desembarco de los migrantes que huyen de su país ante condiciones adversas.
Citó el caso de e «Hortensia, una mujer quemada con gasolina que se embarcó para escapar de su torturador. Si Europa no sabe cómo proteger a esa mujer y sus compañeros en busca de una vida mejor», ello “significará que habremos perdido la vida, el alma y el corazón».
A su vez, el gobierno de Malta también rechazó la entrada del Open Arms en sus aguas territoriales, incluso negó la autorización al barco “Ocean Viking” para que pueda reabastecerse de provisiones y combustible, denunciaron este jueves las organizaciones Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée.
“Sería muy irregular que se negara estos servicios a un buque sólo por su misión humanitaria para salvar vidas”, consideró MSF, que junto con SOS Mediterranée gestionan esta embarcación.