- El vocero del ayatolá Ali al Sistani, también recordó la importancia de que las manifestaciones sean «pacíficas» y se deje de «derramar la sangre iraquí»
Iraq.- La máxima autoridad religiosa chií de Iraq, el ayatolá Ali al Sistani, volvió a pedir hoy a las fuerzas políticas que cumplan las demandas del pueblo, mientras que, como los últimos viernes, se intensificaron las manifestaciones iniciadas el pasado octubre y que han dejado más de 300 muertos.
Haciéndose eco de las palabras del líder religioso, el jeque Abdelmahdi al Karbalai, representante de Al Sistani, recordó en el sermón de los viernes la importancia de que las manifestaciones sean «pacíficas» y se deje de «derramar la sangre iraquí».
Asimismo, como ya hizo en otro discurso hace una semana, pidió a las fuerzas políticas que respondan a las demandas de los iraquíes y aceleren las reformas de la ley electoral y la legislación que rige a la Comisión Electoral «para poder superar la crisis» que sufre el país.
Como ya ocurrió los viernes anteriores, el número de manifestantes que piden más servicios básicos y menos corrupción en las capitalinas plazas Al Tayaran y Al Julani se disparó después del rezo musulmán, mientras que en la calle Rashid de Bagdad están teniendo lugar enfrentamientos intermitentes.
Las carreteras de acceso a dos de los principales puertos del país, Um Qasr y Khor al Zubair, ubicados en la suroriental ciudad Basora, fueron reabiertos por las fuerzas de seguridad tras un nuevo bloqueo por parte de los manifestantes, dijo a Efe una fuente de seguridad provincial que pidió el anonimato.
Puntualizó que Basora registró varios heridos por asfixia debido al uso de gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.
Un gran número de puntos del sur del país, como Babilonia y Karbala, acogieron protestas significativas durante la jornada de hoy, si bien no se reportaron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Entre el 16 y el 20 de noviembre, nueve personas fallecieron en las manifestaciones, seis de ellas en Bagdad, según los últimos datos ofrecidos por la entidad pública e independiente Comisión de Derechos Humanos Iraquí.
Más de 300 personas han muerto y 15 mil han resultado heridas desde el comienzo de las protestas en nueve provincias de Irak, en su mayoría por disparos de francotiradores y la represión por parte de las fuerzas de seguridad, de acuerdo con la ONG Observatorio Iraquí para los Derechos Humanos.