México.- La cantante mexicana Gina Récamier señaló que las mujeres están creciendo mucho en la escena musical, no obstante, aún existe discriminación incluso entre ellas mismas, lo cual consideró que proviene de una educación equivocada.
“A veces creo que también hay hombres a quienes les cuesta trabajo, yo no lo veo en el caso de ser mujer o ser hombre, sí hay hombres misóginos, sí existen, pero yo nunca he tratado de llegar a imponer, siempre llego con mucha humildad y agradecimiento ante cualquier situación de mi trabajo, porque no sabes a qué te vas a enfrentar”, relató.
Madame Récamier, por su nombre artístico, indicó que, aunque no le ha tocado tanto que alguien la haga menos por ser mujer, admitió que ha escuchado muchas historias en las que sí ocurre, a las cuales no da crédito que sean posibles.
“Las mujeres tenemos que ser fuertes, no hay que exponernos a este tipo de cosas, tenemos que decir lo que pensamos sin miedo, y eso ha sido algo de trabajo, yo me he vuelto más feminista también con los años”, destacó.
La joven confesó que antes no tenía tantas amigas sino amigos, lo cual se debe a la educación que se da de rivalizar y competir: “Sí somos competitivas y somos fuertes, pero también somos chidas y nos podemos llevar entre nosotras y ser hermanas en esto”, enfatizó.
Fue al reconocer lo anterior que comenzó a hacer música con más mujeres, lo cual afirma que la liberó, por lo que cree que si todas se unen podrán avanzar y crecer en la industria y a la par, hacer que ésta crezca.
“Están aceptando más a la mujer en todos lados, no nada más en la música, pero aquí es un lugar de expresión importante para que la gente entienda que ya hay más mujeres, que ya hay más espacios para nosotras y mucho de esto viene del legado del movimiento rupestre y del rock”, opinó.
Justo ese legado es el que trata de recobrar en su más reciente disco No olvidar, en el que aborda a exponentes masculinos como Rockdrigo González, y a las bandas mexicanas El TRI, Maná y Caifanes.
Gina comentó que escogió estas canciones porque fueron las que mejor pudo adaptar y empezó a interpretarlas hacia su vida y hacia lugares o puntos donde se podía encontrar con las letras.
“Por ejemplo, con Maná me costó algo de trabajo, porque muchas canciones son dirigidas hacia mujeres, como en la que dice ‘una nena en mi refrigerador’, estaría chistoso que una mujer cantara eso, también me gusta mucho la de un Un cachito de tu corazón, que siento está dirigida a un hijo, se me hizo muy maternal”.
Por ello decidió cantar esa canción, aunque no tiene hijos, pero sí una hermana chiquita y le tocó vivir todo el trabajo que es cuidarla, y es algo que hay que aplaudirles a todas las madres que dan su tiempo a los hijos, “aunque luego los hijos crecen y les hablan feo”, bromeó.
Mientras que “Triste canción de amor”, de El TRI, la dirigió a una relación tóxica en la que estuvo y donde el chico que quiso tanto tuvo una relación con una de sus amigas, por lo que vivió un duelo personal entre el buscar los motivos y aceptarlo, que relacionó con este tema.
“También estoy produciendo el disco de una chica que está haciendo homenaje a las mujeres rockeras, entonces no necesariamente lo tengo que interpretar yo, pero sí estoy trabajando con él”, adelantó sin revelar mayores detalles.