Moscú.- La Unión Europea (UE) está interesada en «involucrar a Rusia» en el Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales (Instex) para el comercio con Irán, a fin de que ayude como mediador entre ambas partes.
Según el diario The Financial Times, a Bruselas le interesa involucrar a Rusia en Instex, pero antes de ampliar el alcance del mecanismo y el número de participantes, la UE buscará que el mecanismo realice suministros humanitarios.
En tanto, una fuente diplomática rusa dijo al rotativo que Rusia está interesada en una estrecha cooperación con la UE sobre Instex, ya que el mecanismo surtirá el mayor efecto solo si está disponible para los países que no son miembros del bloque.
El mecanismo debería incluir las operaciones petroleras, lo que ayudaría a estabilizar la difícil situación en torno al Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).
La UE adoptó a finales de enero su Instex para eludir las sanciones estadunidenses y comerciar con Irán, pero hasta el momento el mecanismo no presenta el éxito contemplado.
Un año después de la retirada de Estados Unidos del pacto nuclear, Irán suspendió parte de sus compromisos en el marco del PAIC, señala Sputnik.
En particular, superó las reservas de 300 kilos de uranio enriquecido hasta el 3.67 por ciento, empezó a enriquecerlo por encima de este límite y anunció que seguirá reduciendo sus obligaciones progresivamente cada 60 días, a menos que otros firmantes del acuerdo hallen una solución diplomática para eludir las sanciones estadunidenses.
Alemania, Francia y Reino Unido son los países comunitarios que firmaron el acuerdo nuclear con Irán en 2015, además son los que controlan el mecanismo en cuestión.
Irán y el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) firmaron el 14 de julio de 2015 el acuerdo nuclear y comenzaron a implementarlo el 16 de enero de 2016, mediante el cual Teherán limitaba sus actividades nucleares a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones.
El presidente Donald Trump anunció en mayo del año pasado la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, calificándolo como «en decadencia» y «defectuoso en su esencia».