- El fenómeno de los vientos de Santa Ana ha causado alrededor de 50 incendios distintas zonas de Tijuana, Ensenada, Rosarito y Tecate
Tijuana.- Alrededor de 50 incendios forestales se extienden por la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, y mientras los bomberos se esfuerzan por combatiros los vientos de Santa Ana los alentan, de acurdo al infore metereológico emitido por las autoridades.
Los primeros reportes alertaron sobre al menos 19 incendios forestales desde la tarde de ayer jueves 24 de octubre, de los cuales tres eran clasificados de mayor magnitud, los cuales se ubican principalmente a las afueras al este de la ciudad, entre los cerros y tiraderos clandestinos.
En poco tiempo los siniestros se extendieron debido a los vientos de Santa Ana, un tipo de viento extremadamente seco que se origina en la Gran Cuenca y el desierto de Mojave. Suele ocurrir en otoño y a principios de invierno, provocando incendios y un aumento en las corrientes de los ríos.
El fenómeno ha movilizado a decenas de elementos de la Dirección de Bomberos tijuanense, que continúan combatiendo las llamas, y ha provocado la suspensión de clases en los municipios de Tijuana, Rosarito y Tecate.
Algunas de las zonas que han sido afectadas por la propagación del fuego son Real del Mar, Villas del Campo, Capistrano, La Misión, El Mirador, El Capri, La Obrera, Aguaje de la Tuna, Baja Mar y Real del Mar, donde incluso familias han sido evacuadas al encontrarse en zonas de riesgo.
En tanto, las autoridades se preparan en espera de que los incendios se intensifiquen este viernes 25 de octubre, pues el informe meterológico alerta sobre la permanencia de los vientos de Santa Ana.
Los vientos de Santa Ana son un tipo de viento extremadamente seco que tiene su origen en la zona de la Gran Cuenca y el desierto de Mojave, ubicados en gran parte del sur estadounidense, por los estados de California, Nevada y Utah.
Este fenómeno suele presentarse durante el otoño y a principios de invierno, provocando incendios forestales e inundaciones, pues además de la extrema sequedad en el aire aumenta la corriente de los ríos.