Guadalajara.- El gravamen anunciado por el presidente Trump de cobrar un arancel general a la importación de productos mexicanos, genera incertidumbre en la relación bilateral de ambos países e implicaciones no sólo en materia económica, sino también en derechos humanos.
Al analizar las implicaciones económicas y sociales del posible gravamen anunciado por el presidente Donald Trump, a todos los productos mexicanos que lleguen a Estados Unidos, dos académicos del ITESO coincidieron en que es una medida inviable.
Señalaron que es improbable que surta efecto el anuncio de Donald Trump de cobrar un arancel general de cinco por ciento a todos los productos mexicanos que lleguen a Estados Unidos, a partir del 10 de junio próximo y hasta que México “resuelva la migración ilegal”.
En el plano político, Carlos Cordero, coordinador de la Licenciatura en Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), recordó que buena parte del ejercicio diplomático de la administración del presidente de Estados Unidos es mediante el uso de Twitter.
Dijo que lo que el mandatario estadunidense expresa en esta red digital “son acciones o iniciativas que no son del todo vinculantes, pues para llevarse a cabo tienen que pasar por una serie de aprobaciones burocráticas y ratificaciones de las cámaras (de representantes y el Senado)”.
Añadió que de entrada, la iniciativa de Trump tiene que pasar por el Congreso y el Senado, e incluso algunas instancias internacionales se tendrían que pronunciar.
“El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha criticado la guerra comercial. El organismo está consciente de la inestabilidad que estas acciones ocasionan en los mercados y en tiempos de recuperación económica, debemos reconocer que no hemos salido de la crisis de 2008, es una situación muy severa”, apuntó.
El académico considera improbable que el 10 de junio suba el arancel, en parte porque México ya superó a China como el primer socio comercial de Estados Unidos.
Asimismo, subrayó que en términos comerciales impactaría “al mercado interno estadunidense, especialmente en las industrias automotriz y aeroespacial porque México le maquila a empresas de Estados Unidos”.
Resaltó que el gravamen también “impactaría directamente al consumidor estadunidense que come papas, jitomates y aguacate mexicanos; que usa pasta de dientes producida por Procter & Gamble en Irapuato, Guanajuato, y que usa autos, pantallas y celulares maquilados en México para empresas estadunidenses”.
Por su parte, Ignacio Román, académico del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM) del ITESO, considera que si bien “no hay un fundamento jurídico que pueda avalar (al gravamen)”, hay riesgos que hay que tener en cuenta.
Aunque ya hubo caídas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y en Wall Street, y el dólar sobrepasó los 20 pesos, Román señala que el mercado no es el que reacciona, sino los “tenedores de bonos y divisas” que son los corporativos, las instituciones financieras y los capitalistas internacionales.
“Frente a una fijación de arancel, los tenedores de bonos y divisas deprecian la divisa en una proporción similar para que el precio final de los productos en dólares sea similar”, añade Román.
Sin embargo, el académico del ITESO señala que esta medida, en caso de ser implementada, “es un incentivo a la fuga de divisas, pues genera incertidumbre a los inversionistas y podría traer consigo cierre de proyectos o salidas de empresas del país”.
Advirtió que es una desventaja para México en el mercado internacional que traería consigo pérdida de empleo y la disminución de captación de recursos fiscales, es decir, proveniente del pago de impuestos.
El gravamen a los productos mexicanos “es una medida muy fuerte, porque aplicar cinco por ciento de arancel general a todos los productos mexicanos viola todas convenciones internacionales que regulan al comercio y esto podría situar a México en una confrontación ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, añade Cordero.
El coordinador de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, comentó que se trata de esfuerzos de Trump por desviar la atención con otros temas frente al comienzo de la carrera por la reelección, “ya que su proyecto, que es el muro fronterizo, no se ve viable y eso puede ser un golpe fuerte”.
Además, en los últimos días se ha reavivado la amenaza de los demócratas en el Congreso de buscar la destitución de Trump.
Consideró que uno de los puntos clave en torno al anuncio del arancel es la exigencia de Trump a México de que controle la migración centroamericana que transita por el país para llegar a Estados Unidos.
Indicó que si México cumpliese el mandato de Trump de parar a los migrantes, estaría violentando las normas más esenciales de las Naciones Unidas en términos de derechos humanos.
“Para empezar, se impediría el derecho a migrar de los propios mexicanos. ¿Cómo le dice el gobierno mexicano a sus paisanos que no pueden salir del país? Es lo que en la lógica de la libertad Estados Unidos criticaba a Cuba”, destacó Ignacio Román.
Román opinó que ante una posible confrontación con Estados Unidos, México no queda desvalido, pues el presidente Trump ha tenido problemas con otros países, lo que podría provocar alianzas entre naciones.
“Otra ventaja que México tiene es que contaría tanto con el apoyo de los 13 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, como con el respaldo de la población centroamericana y caribeña, y eso podría generar movilizaciones fuertes”, indicó.