Exigen libertad de presos políticos en Hong Kong
- Quieren que se investigue a la Policía y se otorgue sufragio universal
Hong Kong.- Cientos de miles de manifestantes pro democracia en Hong Kong tomaron las calles en la llamada “Marcha del día de los derechos humanos”, al cumplirse seis meses del inicio de las protestas, que desde entonces han asolado la ciudad semiautónoma china.
Se trata de la primera marcha, convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF), que recibe la aprobación de la policía desde el 21 de julio, día desde el que sistemáticamente se prohibieron las movilizaciones convocadas por esta organización y sólo se autorizaron concentraciones estacionarias, aunque se han permitido marchas de otros convocantes.
“El Gobierno de Hong Kong debe responder a nuestras cinco exigencias para cumplir con el deber de proteger los derechos humanos internacionales y defender la dignidad humana”, instaron los organizadores.
Medio año después del estallido de las protestas, una nueva marea negra volvió a inundar la ciudad para recordar sus demandas con motivo del Día Mundial de los Derechos Humanos, que se celebrará mañana.
El CHRF advirtió que es la “última oportunidad” para que la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, cumpla con las cinco demandas principales de los manifestantes, que incluyen una investigación independiente sobre el manejo de las protestas por parte de la Policía, una amnistía para los arrestados y el sufragio universal.
Con la intención de dejar clara su ira hacia Pekín y hacia Lam, los participantes levantaron las manos para exigir que se cumplan las cinco demandas, entre las que está también una investigación independiente sobre las denuncias de brutalidad policial.
A lo largo del recorrido de la manifestación colocaron puestos con urnas para recaudar fondos para la asistencia legal a los más de cuatro mil detenidos en las protestas.
En los seis meses desde que comenzaron las protestas en junio de 2019, la Policía de Hong Kong ha disparado más de 10 mil descargas de gas lacrimógeno en toda la ciudad, una situación que ha generado preocupaciones de salud pública sobre la posible liberación de dioxina.