Moscú.- WikiLeaks mantendrá la lucha hasta lograr la libertad de su fundador Julian Assange, cuyo encarcelamiento fue premeditado con el objetivo de complicar su defensa contra una posible extradición a Estados Unidos, informó este día el director del portal de filtraciones, Kristinn Hrafnsson.
En entrevista con la agencia rusa de noticias Sputnik, Hrafnsson advirtió que WikiLeaks no renunciará a la lucha por la libertad de Assange en el tiempo que queda hasta la audiencia sobre su extradición prevista para febrero de 2020, ya que de ser enviado a Estados unidos podría enfrentar hasta 175 años de prisión.
“La audiencia formal será a fines de febrero. Y vamos a dar algunos pasos progresivos en el camino hacia eso. Pero mientras tanto, por supuesto que continuaremos la lucha y continuaremos haciendo que la gente tome conciencia de la gravedad de este caso», indicó
Insistió en que el encarcelamiento del periodista australiano por una violación menor de incumplimiento de libertad bajo fianza, fue un movimiento deliberado diseñado para evitar que preparara adecuadamente su línea de defensa para la audiencia de solicitud de extradición de Estados Unidos.
“La sentencia máxima es totalmente inaceptable porque, por supuesto, se sabía que [Assange] estaría en una posición en la que no podría prepararse adecuadamente para su defensa en el caso de extradición», añadió el periodista islandés.
Sobre si Assange debe recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, consideró que antes de hacerlo “uno tiene que agotar la vía legal en su país”, aunque reconoció no ser “demasiado optimista” respecto a las posibilidades de que el fundador de WikiLeaks sea liberado. “Esos significan años y años de cárcel”, lamentó.
En su entrevista a Sputnik, el director de WikiLeaks también declaró que el estado psicológico de Assange se estabilizó después de su traslado al hospital de la prisión británica de máxima seguridad de Belmarsh, aunque puntualizó que a pesar de estar en mejores condiciones que hace unas semanas “todavía sufre”.
A principios de junio pasado, el abogado Carlos Poveda denunció que su cliente estaba «muy mal» de salud y que su deterioro incluso estaba afectando su estado mental, debido al aislamiento, las restricciones de visitas y el encierro que sufre en la cárcel británica de Belmarsh.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres desde junio de 2012 hasta el pasado 11 de abril, cuando las autoridades de Ecuador decidieron retirar su asilo diplomático debido a las violaciones de convenciones internacionales y protocolo de convivencia.
Una vez expulsado, Assange fue arrestado por la policía británica y ahora permanece ingresado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres.