- El mandatario Recep Tayyip Erdogan menciona que se intenta negociar con Estados Unidos para obtener apoyo en la creación del área
ONU.- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, defendió ante la Asamblea General de Naciones Unidas su propuesta de crear una «zona segura» en territorio sirio para asentar a dos millones de refugiados y sobre la que Turquía está en negociaciones con Estados Unidos.
«Nuestras conversaciones con Estados Unidos para establecer una zona segura en Siria prosiguen. Queremos establecer un corredor para la paz de 30 kilómetros de ancho y 480 kilómetros de largo en Siria y permitir que se asienten aquí dos millones de sirios con el apoyo de la comunidad internacional», dijo Erdogan.
Además, el presidente turco, que mostró un mapa de Turquía y Siria para mostrar la ubicación de su «corredor para la paz», agregó que si esta franja se hace más amplia, hasta las localidades de Deir al Zor o la línea de Raqa, el número de refugiados que podrían ubicarse en esta zona podría llegar a los tres millones.
Turquía alberga en la actualidad en torno a 3.6 millones de sirios que han huido de la guerra civil en el país vecino.
Estas zonas están actualmente bajo el control de las milicias kurdosirias YPG, que las autoridades turcas consideran terroristas.
Erdogan ya presentó esta propuesta el pasado 17 de septiembre en una cumbre trilateral sobre Siria con los presidentes, Vladímir Putin de Rusia, y Hasan Rohaní de Irán, que no la acogieron favorablemente.
Asimismo, el presidente turco puso el acento en que hay «que hacer todo lo posible para impedir una masacre en Idlib», último reducto de las fuerzas rebeldes en el noroeste sirio, para evitar un flujo migratorio de cuatro millones de personas.
«Hago un llamamiento a todas las Naciones Unidas para que nos apoyen en poner coto a la crisis humanitaria en Siria», dijo.
Además, empleó su intervención para defender la causa palestina y la creación de un estado palestino en las fronteras de 1967 y con Jerusalén este como capital.
En su turno de palabra, también subrayó que «los musulmanes son los más afectados por el discurso del odio» y pidió que el 15 marzo, el día de los atentados contra dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch, sea declarado el día internacional contra la islamofobia.