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El descontento de los chilenos, gasolina para las protestas

Chile.- Bajas pensiones, precariedad en salud y educación, una desigualdad crónica y la poca empatía de la clase política, son algunas de las causas que reivindican los chilenos en una ola de protestas que se ha convertido en una suerte de catarsis sin final a la vista.

Pensiones
En promedio, las pensiones están por debajo del salario mínimo, que está fijado en 424 dólares. En una gran mayoría de los casos los pensionados que tuvieron una vida laboral continua y completa reciben entre 30% y 40% de su salario, y aquellos que cambiaron de actividad o empleador llegan a recibir hasta 10 veces menos. Los manifestantes se sienten engañados porque cuando el sistema de pensiones fue creado, en 1981, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se estableció que cada afiliado recibiría una jubilación equivalente a 70% de su sueldo.

Durante su primer mandato como presidente, Sebastián Piñera declaró que el sistema de pensiones “lo que se buscaba era que las personas se pudieran jubilar con una pensión que fuera 70% del sueldo de los últimos cinco años y eso no está ocurriendo”.

Salud
El Sistema Público de Salud de Chile funciona con hospitales colapsados, largas listas de espera y escasos especialistas. En tanto, el sistema privado es costoso y los precios de los medicamentos figuran entre los más caros de América Latina.

Con una estructura mixta, el sistema se compone por el seguro público llamado Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y el de Instituciones de Salud Previsional (Isapre). Según autoridades chilenas, 80% está afiliado a Fonasa, mientras que el resto se atiende en Isapre.

El descontento reside en que en el servicio público no hay hospitales de especialidades y la lista de espera para ser atendido creció de manera considerable, mientras que en el privado se reclama el costo de las medicinas y el acceso restringido a planes de salud.

Educación
La dictadura de Augusto Pinochet redujo el presupuesto para la educación pública, por lo que la iniciativa privada gestionó su ingreso a ese sector, lo que provocó que los más pobres no tengan la posibilidad de estudiar a nivel universitario si no se endeudan.

Hasta 2015 entró en vigencia una ley impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet, que apoya a 60% de los estudiantes con menos recursos. Ya en 2006 los estudiantes de secundaria habían salido a protestar contra el sistema; mientras que en 2011 los universitarios volvieron a las calles para presionar por más recursos.

Desigualdad
En el país andino, 1% de la clase más rica concentra 26.5% de la riqueza, mientras que 66% de la población ha tenido que endeudarse, según una encuesta del Banco Central. Chile es considerado el país más de desigual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); en ese país los ricos ganan 13 veces más que el resto de los ciudadanos. La mitad de los 8.6 millones de trabajadores gana, en promedio, 555 dólares. El sueldo de los hombres es mayor 36.7% mayor al de las mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

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