México.- El Banco de México (Banxico) admitió que “hay cierto estancamiento en la actividad económica” guiado por una contracción en la actividad industrial y “cierta desaceleración que ya se empieza a notar en el sector servicios”.
“Claramente la desaceleración económica interna es mayor a lo anticipado y el entorno externo no ha ayudado”, consignó el Gobernador de Banco de México, Alejandro Díaz de León.
Al dictar la primera conferencia del segundo día de trabajo del Foro Estrategia Banorte 2019, explicó que “para fines de la conducción de la política monetaria (…) el ritmo de crecimiento de la economía respecto de su potencial de largo plazo, se encuentra en terreno negativo (…) y las métricas del Banco de México indican que en los últimos trimestres se ha ampliado esta brecha, lo que explica una parte del componente de la actividad económica no aprovechada”.
Éste escenario, entre otros tres que incluyen el riesgo de una desaceleración; menores tasas de interés globales y de largo plazo, así como factores de riesgo al alza y baja sobre la inflación, son los que guiarán las decisiones futuras de la Junta de Gobierno sobre la política monetaria, aseveró.
Ahí mismo, ante banqueros e inversionistas, destacó que desde junio pasado, los empresarios y analistas identifican como limitantes para la actividad económica, la inseguridad, corrupción, impunidad, «así como otro tipo de problemas de estado de derecho». Y en un segundo término, observan a la incertidumbre por políticas internas.
El diagnóstico del banquero central sobre el ritmo de la actividad económica, sienta un precedente al dato final del PIB al 2º trimestre que divulgará el Inegi el viernes 23 de agosto, un dato que hace dos semanas, arrojó un avance de 0.1% en el desempeño de la actividad económica respecto del observado en el primer cuarto del año, según la estadística oportuna del mismo Inegi.
El Gobernador de Banxico se apoyó en los resultados de la Encuesta Mensual que aplica el Banco a los especialistas, empresarios y analistas, para evidenciar que “ciertas decisiones como la cancelación de proyectos”, condujeron a un aumento en la prima de riesgo, que la llegó a cotizar en 9.4% en diciembre pasado. Sin embargo, consignó que esta prima “se ha comprimido” recientemente, hasta pagar 7.5 puntos.
El banquero central aprovechó el foro para precisar que el primer recorte de la tasa de fondeo en cinco años, que condujo al rédito a 8%, incorpora la evidencia de “una inflexión a la baja” en la tendencia de la inflación, cuya trayectoria muestra “cierta relación” con los precios de energéticos y el traspaso cambiario a precios.
No obstante, reiteró que por ahora, la Junta de Gobierno no quiere predisponer o presuponer acciones de política monetaria futura ante un entorno económico complejo donde prevalecen riesgos internos y externos.