- La justicia pide subir la pena de 12 años y 11 meses a 17 años y un mes
Brasil.- El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tuvo ayer su primer revés judicial desde que salió de la cárcel a inicios de mes, cuando un tribunal de apelación agravó la sentencia dictada en su contra en uno de los casos de corrupción que enfrenta.
Pese a ello, el líder de la izquierda en libertad gracias a una reciente decisión de la Corte Suprema que determinó que las penas de prisión sólo pueden empezar a ejecutarse cuando los acusados agoten todos los recursos disponibles en las cuatro instancias del sistema judicial brasileño.
Los tres magistrados de la corte de apelaciones de Porto Alegre, un tribunal de segunda instancia, elevaron la condena de 12 años y 11 meses dictada contra Lula en febrero pasado a 17 años y un mes.
En ese juicio, el ex mandatario es acusado de haber beneficiado de obras de renovación realizadas por las constructoras Odebrecht y OAS en una propiedad rural de Atibaia, en Sao Paulo, a cambio de contratos en Petrobras y otras firmas estatales.
Lula siempre afirmó que esa propiedad no era suya, sino de uno de sus allegados. Pero la Fiscalía aseguró que considera probado que el ex presidente era el principal usuario de esa propiedad y que las obras eran para él.
El sindicalista fue liberado el 8 de noviembre de una cárcel de Curitiba, donde cumplía, desde abril de 2018, una sentencia de ocho años y 10 meses de reclusión por corrupción pasiva y lavado de dinero. En ese caso, fue considerado beneficiario de un apartamento ofrecido por la constructora OAS, igualmente a cambio de contratos en Petrobras.