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Cuba celebra 26 de julio con panorama económico y político adverso

México.- La Cuba de la caña, de los habanos, del ron y del turismo, conmemorará el 66 aniversario del Asalto al Moncada este 26 de julio, en medio del deterioro de sus relaciones con Estados Unidos y su presidente Donald Trump, quien ha retomado la línea dura hacia la isla caribeña y su régimen socialista.

Después de que Cuba dejó de ser dominio de la corona española en 1902, los estadunidenses han buscado siempre tener influencia o presencia en la isla, desde su apoyo al régimen de Fulgencio Batista, en los años 50 del siglo pasado, al consumarse la gesta revolucionaria el 1 de enero de 1959 y hasta estos días en que Trump retoma la aplicación de la ley Helms-Burton.

En el mes de julio de 1953, en el marco del asalto a los cuarteles Moncada de Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, en el oriente cubano, un grupo de guerrilleros dio inicio a la vía armada para derrocar al régimen de Batista, y aunque fracasó el primer intento, marcó el inicio de la revolución.

En esa época, Cuba era prácticamente una colonia de Estados Unidos que recibía una de las mayores inversiones de ese país en América Latina, que superaban los mil millones de pesos cubanos, según el sitio del país caribeño Cuba contra el Bloqueo.

Batista había llegado al poder mediante un golpe de Estado y tenía sumida a la economía, acusado de corrupción y de tratos con la mafia ítalo-estadunidense, quien además al momento de su huida al triunfo de la Revolución encabezada por Fidel Castro, el 1 de enero de 1959, dejó las arcas del gobierno vacías.

Inicia el bloqueo económico

Meses después del triunfo del movimiento revolucionario encabezado por Fidel Castro, cuando el nuevo gobierno cubano confiscó bienes de ciudadanos estadounidenses, Washington inició el bloqueo económico al negar un crédito económico a la isla, le redujo la cuota de importación de azúcar y prohibió a sus trasnacionales vender combustible a Cuba.

Aún más, en 1962 se decretó ya en forma jurídica el bloqueo de comercio a la isla por una orden Ejecutiva de John F. Kennedy, entonces presidente de Estados Unidos.

El intento era ahogar la economía cubana, provocarle el descontento popular, así como aislarlo política e internacionalmente, para que fuera derrocado el gobierno, tal como fue el intento de la invasión con mercenarios en Playa Girón, que en tres días fue neutralizado por las tropas de Castro.

Después de los grandes avances de la revolución hasta 1989, en materia de educación, salud, seguridad social, empleo y distribución, Cuba entra en una profunda crisis, indica un artículo publicado en la Revista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), firmado por Carmelo Mesa-Lago.

El colapso del campo socialista y otros factores externos e internos provocaron una “severa crisis que tocó fondo en 1993 y deterioró casi todos los indicadores sociales”, tan sólo se muestra con la producción de azúcar que descendió desde ocho millones de toneladas en 1989 a cuatro millones en 1993, anota.

La crisis económica y social de la década de los 90, conocida por los isleños como el Periodo Especial en Tiempos de Paz, se debió a problemas internos y externos, pero sobre todo porque se derrumbó la entonces Unión Soviética, el mercado crucial de la isla, su principal soporte y aliado.

Todavía más, en 1996, el presidente estadunidense William Clinton firmó la Ley para la Solidaridad Democrática y Libertad Cubana, conocida como la «Ley Helms-Burton», legisladores republicanos que la patrocinaron y que fue aprobada en el Congreso de ese país.

Esa ley extensa de 35 secciones advierte que sus restricciones permanecen vigentes hasta que el presidente de Estados Unidos certifique que ha sido “democráticamente electo” un gobierno de Cuba, señala un artículo de la revista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Entre las restricciones establece que el gobierno cubano deberá devolver o pagar indemnización por las propiedades de ciudadanos estadunidenses confiscadas, refiere el texto “En torno a la Ley Helms-Burton de 1996”, de la UNAM.

Avance y retroceso con EUA

A finales de los años 90 Cuba encontró un aliado en Venezuela con Hugo Chávez, quien le proporcionó combustible y diversos intercambios comerciales, hasta que llegó a la presidencia estadunidense Barack Obama, quien consideró que el bloqueo económico a Cuba no había funcionado.

A finales de 2014, Barack Obama y Raúl Castro, presidente de Cuba, luego de pláticas telefónicas, por separado, anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y medidas para aminorar el bloqueo a la isla, inclusive, se reunieron en 2016 en La Habana.

En 2017, sin embargo, al llegar a la presidencia, Trump canceló el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y aprobó reiniciar el bloqueo económico, que prohíbe inversiones vinculadas a empresas cubanas y restringe los viajes, entre otras, hasta que haya un cambio de régimen en la isla.

Las sanciones económicas y comerciales se ampliaron en 2019, cuando en abril pasado Estados Unidos anunció que se limita el envío de remesas a mil dólares trimestrales por persona, cuando el monto era ilimitado, y restringe los viajes turísticos.

Aún más, en mayo pasado, activó el capítulo III de la Ley Helms-Burton que permite reclamar mediante demandas en las cortes de Estados Unidos las propiedades confiscadas a ciudadanos de ese país luego de la revolución cubana de 1959.

También eliminó la posibilidad de realizar las visitas educativas grupales pueblo a pueblo, y niega licencias para los cruceros o buques de pasajeros y recreativos, así como a los aviones privados y corporativos, lo que afecta la estimación del turismo esperado en la isla, uno de los principales sectores generadores de divisas para la economía de la isla.

El bloque económico le ha generado una pérdida a Cuba durante los últimos 60 años por más de 134 mil millones de dólares, según fuentes oficiales cubanas, y ahora se agrava con las acusaciones de Trump de apoyar con militares cubanos al régimen venezolano de Nicolás Maduro.

Esa situación, se suma a la cancelación del programa Más Médicos en Brasil, en el cual unos 20 mil médicos cubanos trabajaban en el país sudamericano desde 2013 y a la crisis económica en la que se encuentra inmersa su aliada Venezuela.

El actual presidente cubano Miguel Díaz-Canel refiere también que hay fortalezas políticas, económicas y sociales de Cuba y una histórica resistencia, pero acepta que sufren de restricciones de divisas y combustibles, así como problemas en las exportaciones de azúcar.

En el marco de la conmemoración del inicio de su revolución, el 26 de julio, Cuba enfrenta un panorama adverso, cíclico, en la que está a prueba su nueva Constitución, que abre su economía al mercado y la inversión extranjera, su plan de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y sus relaciones diplomáticas en el mundo.

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