México.- El cineasta Ricardo Castro tiene claro que las plataformas de «streaming» son actualmente la vía para exhibir sus historias, las cuales abordan temas como el sistema penitenciario y el hospitalario de México.
En entrevista con Notimex, Castro –quien este fin de semana obtuvo un premio en el Festival Internacional de Cine de Huesca- sostuvo que la cultura en México está agonizando (por los recortes presupuestales), por lo que no hay de otra más que enfrentarlos con talento y creatividad.
“Estoy desarrollando mis historias para plataformas por lo complicado que es conseguir apoyos del Estado, además de que el ‘streaming’ le está apostando al cine nacional. Aunque también reconozco que es una modalidad completamente distinta a hacer cine, pero sigue siendo una oportunidad para seguir trabajando”, agregó.
En su experiencia, los cortometrajes son producciones que encuentran su exhibición natural en festivales y salas alternativas; sin embargo, los espacios se complican más para los largometrajes, porque los inversionistas privados le apuestan a películas en las que el talento es reconocido por la audiencia, pues solo así consiguen taquilla.
En ese sentido, añadió, “son las plataformas las que nos están dando oportunidad a los nuevos talentos, con temáticas y géneros diversos. De ahí que yo esté trabajando en una película y una serie”.
Al respecto, detalló que las temáticas que está desarrollando van en torno a la búsqueda de identidad en la adolescencia y el sistema penal en México desde un punto de vista surreal y divertido.
“Es una ficción protagonizada por un abogado joven que entra a lo más underground del sistema penal mexicano y pasan cosas que muchos sabemos que existen, pero que parecen más ficción que realidad (…) Está basado en una historia real de un amigo y justo tiene los casos más raros que puedes escuchar en tu vida”, puntualizó.
Uno de los casos, compartió el realizador del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), es un doble homicidio en la colonia Condesa, donde involucraba incendios, espadas de samurái, conspiración de una pareja gay. “Es una cosa muy rara, pero quiero retratar lo surreal del país, porque nadie habla de ello”, anotó.
Otra de sus historias es una sobre un paramédico que durante toda la noche está deambulando con un paciente que no quieren admitir en ningún hospital, “por lo que entra en un brote entre insomnio y resentimiento con el sistema hospitalario de México. Es la historia de mi papá”, refirió el joven creador.
El cortometraje “Adiós, adiós, adiós” es su primer trabajo y tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Huesca, en España, donde obtuvo el premio “José Manuel Porquet”, por considerar al espectador un compañero de viaje de sus vivencias íntimas, cita el acta del jurado.
El material de corta duración narra un pasaje autobiográfico que remite a la muerte de la madre del director. “Ha sido el cierre de un duelo que yo negué por mucho tiempo”, dijo Castro.