San Salvador.- El político y empresario Nayib Armando Bukele asumirá este sábado la Presidencia de El Salvador, convirtiéndose en el mandatario más joven de Latinoamérica, al lograr romper con el 53 por ciento de los votos el bipartidismo de la etapa de posguerra en el país centroamericano.
«El Salvador ha pasado la página de la posguerra y ahora podemos empezar a ver hacia el futuro”, declaró Bukele, de 37 años, tras conocer su victoria en los comicios de febrero pasado bajo la bandera de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).
Su inesperado triunfo en las urnas logró romper el bipartidismo que la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) mantuvieron en el país durante las últimas décadas, tras 12 años de guerra civil y los acuerdos de paz de 1992.
Pese a que sólo la mitad de los electores salvadoreños ejercieron su voto en febrero pasado, Bukele logró arrasar a los dos partidos tradicionales con una votación del 53.1 por ciento en una sola vuelta.
Con una experiencia política como alcalde del FMLN del municipio de Nuevo Cuscastlán -13 kilómetros al suroeste de San Salvador-, y de la capital salvadoreña, Bukele sustituirá en el cargo al excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén.
Como alcalde en el municipio de Nuevo Cuscastlán adquirió renombre por su innovadora gestión pública, al implementar nuevas maneras de desarrollo, de la mano de alianzas público-privadas.
Pese a que Bukele, quien fue expulsado del FMLN, no concluyó sus estudios en Derecho, logró abrir su propia agencia de publicidad, lo que lo llevó a convertirse en un experto de las redes sociales y en el llamado «candidato millenial».
De acuerdo con analistas, uno de los primeros retos que deberá enfrentar Bukele -de origen árabe-palestino- como mandatario será alcanzar un pacto de gobernabilidad en el órgano legislativo, ya que GANA cuenta con solo 10 de los 84 diputados de la Asamblea General, dominada por Arena y sus aliados.
También deberá hacer frente a la pobreza en El Salvador, donde el 37.8 por ciento de su población vive en esa condición frente al 29.6 por ciento en promedio en la región, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Además de que este país es considerado uno de los más violentos del mundo con una tasa de 50.3 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2018. Las autoridades consideran que la mayoría de estos crímenes son cometidos por los integrantes de las pandillas como la Mara Salvatrucha-MS13 y la Barrio 18, que tienen en sus filas a más de 60 mil miembros.
De acuerdo con la CEPAL, en el país centroamericano el desempleo representa el 6.8 por ciento de la población económicamente activa, lo que constituye otro de los retos para Bukele ante los salvadoreños que reclaman más oportunidades para no migrar hacia Estados Unidos.