SLP.- Fue el pasado 29 de octubre de 2012 cuando Karla Pontigo Luccioto de 22 años de edad, murió en un hospital público de San Luis Potosí, luego de haber sido encontrada malherida en el tercer piso de un bar en el que laboraba como hostess.
La entonces Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí, indicó que Karla murió al chocar contra una puerta de cristal, accidente que le dejó 40 heridas internas y externas, entre ellas, golpes en la cabeza y cara; de acuerdo a un reporte médico, también presentaba su labio inferior mordido, marcas de estrangulamiento y amputación de su pierna derecha, signos de una posible agresión sexual.
Para la familia de Karla, la investigación que realizó la procuraduría sobre las marcas de violencia que presentaba la víctima fue una total simulación para proteger al autor de este crimen.
Luego de denunciar inconsistencias en el caso por parte de autoridades estatales, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la recomendación 55/2015 en la que “se reconocen las violaciones del derecho de acceso a la justicia, así como los derechos de la víctimas, solicitando al Gobernador de San Luis Potosí reparar el daño por irregularidades en la investigación”.
En el mes de julio de ese mismo año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió el caso de Karla, situación que ejerció presión a las autoridades mexicanas para garantizar a su familia el acceso a la justicia.
En 2017, Amnistía Internacional implemento una estrategia para generar más presión por parte de gobiernos y organizaciones internacionales, consistía en escribir cartas de apoyo para la familia y realizar llamadas al procurador general de justicia para investigar la muerte de Karla Pontigo como un feminicidio.
Amnistía Internacional también pedía compartir la historia de Karla, misma que dividió en 10 escenas:
- “Escena 1: Karla Pontigo Lucciotto, tenía 22 años, estudiante de nutrición, originaria de San Luis Potosí.
- Escena 2: Se le encontró en su trabajo sangrando y profundamente herida.
- Escena 3: Karla tenía sangre en la cabeza, su ojo estaba tan hinchado que parecía que casi se caía; su labio inferior estaba tan morado como si fuera a causa de una mordedura seria, tenía moretones y marcas en su cuello.
- Escena 4: Karla murió el 29 de octubre.
- Escena 5: Aunque el personal médico está oficialmente obligado a registrar todos los casos de lesiones y violencia, omitieron mucha información y detalles necesarios en el caso de Karla.
- Escena 6: En el Servicio Médico Forense, el médico que realizó la autopsia identificó varios indicios de una posible agresión sexual.
- Escena 7: Esperanza – la madre de Karla – reveló que su hija fue acosada sexualmente en el trabajo.
- Escena 8: La escena del crimen no estaba resguardada.
- Escena 9: La evidencia que pudo haber determinado si Karla había sido agredida sexualmente o no, fue perdida por la Procuraduría del Estado.
- Escena 10: La familia solicitó acceso al expediente, que fue rechazado con el pretexto de la confidencialidad de la investigación”
Fue hasta este 13 de noviembre, siete años después, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aprobó por unanimidad reabrir el caso para que este sea investigado con perspectiva de género, así como para que se investigue de manera administrativa o penal, a las autoridades que llevaron el caso de manera irregular.
En San Luis Potosí se tiene el registro de un total de 21 feminicidios de los cuáles el 60% de ellos están esclarecidos, en ese sentido, la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí, afirma que se ha realizado la detención de 18 personas relacionadas a estas muertes.
Cabe señalar que el subsecretario jurídico y de derechos humanos, Ulises Valencia Gordillo, declaró que el Gobierno de San Luis Potosí ha cumplido con un 45% de las medidas que establece la implementación de la alerta de violencia de género en el estado, que el 25% de ellas está en cumplimiento y un 30% se encuentran sin cumplir.
Ante tales cifras, se le cuestionó si las autoridades han sido omisas en ese sentido, a lo que respondió que dichos porcentajes pueden verse desde distintas perspectivas como un vaso medio lleno o medio vacío.
Por: José Luis Váquez