Nueva York.- Una campana de alarma económica sonó en Estados Unidos el miércoles al emitir señales de una posible recesión en el futuro próximo: se invirtió la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro a 2 y 10 años.
Este fenómeno que muestra que los inversores quieren obtener más rendimientos por los bonos a corto plazo que por los de a largo plazo.
Esto indica una falta de confianza de los inversionistas en la solidez de la economía.
Lo que aparentaba ser un leve deshielo en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China que había provocado un fuerte aumento de las acciones el jueves quedó rápidamente en el olvido.
Menos de una hora antes de la apertura de la Bolsa de Nueva York, el índice Dow Jones cayó 400 puntos.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años fue de 1,622%, mientras que el del bono a 2 años alcanzó 1,634%. La última inversión de la curva de rendimiento se registró en diciembre de 2005, dos años antes de la recesión provocada por la crisis financiera.
Una inversión como la del miércoles ha precedido las últimas nueve recesiones a partir de 1955. Esto incluye la crisis económica global de 2007, cuyas repercusiones se sienten aún hoy.
La inversión de la curva afectó los mercados accionarios de Estados Unidos antes de la apertura.
El Dow Jones bajaba 1,4%, lo mismo que el S&P 500. La caída del Nasdaq fue aún mayor. El precio del oro, considerado un refugio para los inversionistas, superaba los 1.500 dólares la onza y seguía aumentando.
Al agudizarse los temores de una desaceleración económica global, el precio del petróleo, que había caído 10% en los últimos tres meses, bajó 3%.