México.- Los señalamientos y descalificaciones de altos funcionarios del Estado a medios de comunicación, periodistas, personas defensoras y organizaciones de la sociedad civil contribuyen a generar un ambiente poco propicio para la libertad de expresión, advirtió el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez.
Al participar en la presentación del Diagnóstico de la Oficina en México de ONU-DH sobre la operación del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, González Pérez opinó que es paradójico que muchas de las agresiones provengan de elementos de instituciones representadas en la Junta de Gobierno del Mecanismo.
Dijo que si bien los servidores públicos gozan de la libertad de expresión, ésta se encuentra sometida a diversas restricciones, una de las cuales es hacer uso de ella con pleno respeto a las opiniones diversas.
Explicó que hay un riesgo de generar ataques contra periodistas por los sectores que vean las descalificaciones como un permiso para agredir a la prensa y a las personas y organizaciones defensoras de las garantías fundamentales.
Las personas defensoras y los comunicadores «no debemos ser vistos como enemigos del Estado y sus instituciones», agregó el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En su opinión, «todos deseamos vivir en un país democrático y con instituciones sólidas, y es por ello nuestro trabajo constante en señalar deficiencias, violaciones de los derechos humanos y, en general, oportunidades y formas de mejorar el servicio público en beneficio de todas y todos nosotros».
Ante los integrantes de la Junta de Gobierno del Mecanismo, de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como del Representante Adjunto en México de ONU-DH, Jesús Peña Palacios, el titular de la CNDH indicó que la crítica constructiva y el mejoramiento constante de las instituciones es parte fundamental del fortalecimiento democrático que requiere el país.
Recordó que el Mecanismo de Protección surgió como medida extraordinaria para atender una situación también de esas características, y que no es ni tiene por qué ser la solución a los problemas de riesgo e inseguridad que enfrentan periodistas y personas defensoras en México.